lunes, 27 de abril de 2009

Ben Ezra. Los juicios generales anulan los particulares.


Abraham Ben Ezra era un judio español que nacíó en Tudela en el año 1089. En 1148 se encontraba en la Provenza francesa, en el reino de los Cátaros, donde permanece casi una década, quizás la década más fecunda de su vida. Es en este lugar de paz donde escribe la obra astrológica que ha llegado hasta nuestras manos.

Ben Ezra es un eslabón en la cadena de la transmisión astrológica, un recopilador de la ciencia antigua que nos lega, a través en sus textos de “El libro de los juicios de las estrellas”, un preciado tesoro conservado durante siglos en la Biblioteca de San Lorenzo del Escorial, traducido actualmente por la Escuela de Traductores de Sirventa.


Las ocho maneras en las que los juicios generales anulan los particulares.

Abraham Ben Ezra trata de explicarnos que el destino personal o particular, se anula a causa de los asuntos generales.

En el capítulo primero del libro de la Natividades, Ben Ezra expone ocho maneras en las que los juicios generales anulan los particulares.


“Dice Abraham ben Ezra, el español: Cuantos conocen la ciencia de la astrología y no están iniciados en los conocimientos más elevados, emitirán a veces juicios falsos porque no saben prestar la debida atención a todas las cosas que hay que tener en cuenta, por eso se debe saber que los juicios generales anulan los particulares. Comentaré ocho maneras de verlo.

La primera es que has de saber de qué religión es ese nacido cuya natividad quieres interpretar: si es judío, aunque muestre su carta que llegará a ser rey, no lo juzgarás así, porque la conjunción mayor de Saturno y Júpiter indica que todos los judíos van a estar en cautiverio. Esto es el juicio general y se aplica a ese nativo. Sin embargo, se puede dictaminar que será un gran hombre, próximo al rey. Pero él no será rey.”


En esta primera manera en la que los juicios personales se anulan por causas generales, en este caso por causa de pertenecer a un grupo social identificable y sobre el cual pesa una determinación general.

- Hace años, hablando sobre las mejoras sociales o económicas que suele aportar un buen tránsito de Júpiter, un amigo Sagitario, con un cierto toque de ironía, me preguntóen público ¿que pasa con los que tienen un buen tránsito de Júpiter y viven en Etiopía? Mi respuesta fue que seguramente sería alguno de los que lograrían suficiente alimento para sobrevivir, el que recoge un saco de harina caido de un camión. Pero la respuesta adecuada hubiera sido esta; que el destino general de un grupo social en un determinado tiempo, trastoca o influye mucho sobre el destino personal, hasta el punto de anularlo en algunos sentidos, especialmente en los externos.-

“La segunda se refiere a las razas y es de esta manera: Si se trata de un nacido en tierra de los negros, aunque encuentres a Venus y la Luna en el grado del Ascendente, no juzgarás que será ese hombre bello como si fuera de tierra de blancos, pero sí dictaminarás que es hermoso según los criterios de su propia tierra. Igualmente, aunque el regente de ese sujeto sea Mercurio, no dirás que es muy sabio o científico, porque no puede ser nadie científico en la tierra de los negros por el excesivo calor, pero sí juzgarás que será más entendido que los otros de su tierra.”

Esta segunda razón es bastante clara, pues el concepto de belleza de un sajón difiere bastante del mediterráneo y mucho más de las personas negroides de pelo crespo. Y en cuanto a la formación cultural que puede recibir un individuo, indudablemente difiere mucho por razón geográfica. No es lo mismo nacer o vivir en una ciudad donde hay Universidad y facilidades para el acceso a la cultura, que residir cerca de Kabul a principios del siglo XXI, de nuevo esta es una razón muy clara en la que los asuntos personales pueden ser anulados por las cuestiones generales.

“La tercera es los juicios generales que determina la conjunción mayor para cada una de las ciudades, que son de la siguiente manera: si la conjunción mayor muestra que alguna ciudad ha de sufrir una guerra y se halla en ella mucha gente cuya natividad no indica que han de morir en un conflicto bélico y, cuando viene la guerra sobre la ciudad, mueren todos, eso es porque el juicio general de la conjunción contradice el particular.”

Es como si la ciudad fuera un gran ser vivo y cuando entramos en ella, nuestro destino se entremezcla con el de la ciudad, y la influencia de la ciudad sobre el individuo puede llegar a anular el destino personal y tal como expone Ben Ezra, muchas personas que se encontraban cerca de las torres Gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre del 2001, murieron, a pesar de que en su tema natal no exista nada que así lo indicara, pues el juicio general de la ciudad anula el individual.

“La cuarta razón por la que se anulan los juicios personales, es la revolución del año, a saber: Si la revolución muestra que habrá una epidemia en alguna ciudad, aunque en esa ciudad se encuentren muchos nacidos cuya natividad no daba indicios de que fueran a enfermar o a morir en ese año, bien puede ser que caigan enfermos o mueran entonces, porque la revolución es un juicio general.”

La revolución del año consiste en levantar el tema de la entrada del Sol en Aries, para la latitud y longitud la ciudad que desee estudiar. La influencia de la revolución de año se enmarca en los juicios generales que anulan los particulares y es muy similar a la anterior, en este caso la razón viene de los juicios de la Revolución del año que afecta a un país o una ciudad en particular. Ben Ezra considera que la influencia de la revolución anual supera o se sobrepone a la individual.

Según la tradición, las ciudades se juzgan anualmente, según la entrada del Sol en Aries, es lo que se denomina las raíces de los tiempos que son los momentos del año que permiten realizar una previsión para una ciudad. Para estos menesteres, en la tradición, utilizaban la entrada del Sol en los signos de la exaltación de los planetas y así resolver interpretaciones sobre un ciclo de tiempo determinado para un lugar concreto.

En la entrada del Sol en Aries del el año 2001 para las coordenadas de la ciudad de Nueva York, Saturno se situaba exactamente sobre el Ascendente y la configuración del cielo para ese lugar en este año, tal como se muestra en el gráfico siguiente, nos permite realizar un juicio general sobre una ciudad. Este juicio general anula los juicios particulares de muchos individuos que en ese año se encuentran en Nueva York.


















El ejemplo de las Torres Gemelas nos pueden servir para aclarar el significado de que el destino general o los juicios generales anulan los particulares.

Continuando con nuestro tema incial, que son las razones por las que el destino individual puede quedar cercenado o aunulado.

“La quinta razón es la familia y es así: Si dos nacieron en un lugar y en una hora, y uno es hijo de un caballero y el otro de un panadero, y ves en sus natividades que han de tener gran señoría y gran encumbramiento, no juzgarás que esa elevación será igual para ambos nacidos, sino que juzga que el hijo del caballero será rey y el hijo del panadero mercader.”

Esta es una razón que muchos astrólogos han argumentado durante mucho tiempo y tiene una lógica que no necesita mayor comentario.

“La sexta es respecto al rey, que su poder es así como un juicio general; si ves en su natividad que ha de ir a la guerra, él se llevará consigo a mucha gente, aunque la natividad de algunos de ellos no indicaba que fueran a salir de su lugar.”

Esto, hoy en día, se puede trasladar perfectamente a un jefe de gobierno, pues sus decisiones nos afectan a todos y más aún cuando se trata de conflictos bélicos. Precisamente el origen de la astrología personal nace de indagar sobre el destino del Rey para de esa manera saber en que estado se hallaría el pueblo o las gentes gobernadas por un determinado Rey.

“La séptima es la cuestión del tiempo, que es igual que un juicio general. Si una persona ve en su natividad que no ha de morir en el agua y se hace a la mar en una nave, en invierno, cuando hay un gran temporal en el mar, aunque estén en el Ascendente Júpiter o Venus, puede ocurrir que naufrague, porque el tiempo es un juicio general respecto a su natividad y su elección fue hacerse a la mar con Venus y Júpiter y éste es un juicio particular.”

En este caso la influencia del clima es superior a las determinaciones personales, pues el clima o las alteraciones climáticas, especialmente las marítimas, anulan los juicios personales.

“La octava es la parte del carácter: Si algún nacido es conocedor del arte de la Astrología y ve en su natividad que en una fecha determinada va a caer enfermo de gran fiebre, pero antes de ese tiempo evita las cosas calientes y se alimenta de cosas que refresquen su cuerpo, cuando llegue el momento, el calor no lo enfermará, sino que templará su cuerpo.“

Esta es para mi la mejor de las razones por las que un juicio personal puede ser
anulado. Pues denota, que en esa época, existía una ruptura con el pensamiento determinista.

Estas ocho razones por la cuales, los juicios personales quedan anulados por causa de los juicios generales, a mi modo de ver, siguen tan vigentes como en el tiempo que fueron escritas hace casi mil años.
T.M